En el  inicio de la  investigación y docencia de este equipo, la prosocialidad no aparecía  orgánicamente vinculada de manera estricta con las dinámicas de la  pareja y de la familia, aún cuando las influencias mutuas entre ambos  conocimientos fueron frecuentes. Una muestra de ello lo fue al  alumbramiento de un modelo de Comunicación de Calidad aplicado a la  pareja (Roche R. y Arozarena E. 1988). 
                  La distinción neta entre  dos disciplinas impartidas en la Universidad pudo significar un motivo  explicativo: Optimización Prosocial y  Psicologia de la Pareja y de la Familia.  
                Otro pudo ser el dar por  supuesto que el amor en este ámbito ya incluía, implícitamente, la  prosocialidad. 
                Ya  desde hace unos años estamos integrando ambos ámbitos de manera  inseparable y conveniente. Desde una perspectiva más clara y explícita,  para efectos investigadores resulta muy adecuado el asumir que en lugar  de un  único tipo de amor, que comprendería tanto los  elementos más egocéntricos como los  altruísticos, nuestro trabajo se  dirige a considerar necesario investigar separadamente el amor pasional y el amor prosocial, ambos imprescindibles a lo largo de todo el ciclo conyugal y que han de  mantener un sano equilibrio (equilibrio pas-pro). 
                Nuestra  contribución más específica, pues, en el campo de la aplicación  práctica, sería presentar las vías de optimización de este equilibrio  para el cual nuestro Programa para la Mejora de la Comunicación Calidad  en la pareja, y la sensibilización hacia una redistribución de las  relaciones de poder (entiéndase cómo se toman las decisiones, por  ejemplo) constituyen nuestros servicios disponibles. Entre ellos, el  acompañamiento a las personas que han roto con su pareja pero que deben  mantener un acuerdo, lo más prosocial posible, como madre y padre en  bien del hijo. Programa Acompañamiento Parental en ruptura.  |